No
es el final…Es el comienzo.
Terminamos
así nuestro primer semestre de clases: un grupo de extraños convertidos en
conocidos, jóvenes “sin formar” con esbozos de terapeutas, caja abierta en mano
con creatividad explotando. Nos miramos las caras y ahora todos reconocemos
algo nuevo, o que ya existía pero no veíamos. Pasamos de bailes y máscaras a
emociones en carne viva, aprendimos a dejarnos llevar, a no tener miedo del
resto.
Creo
que lo que más rescato de este semestre es la oportunidad de conocer a las
personas con las que estoy estudiando…no, con las estoy viviendo. Paso la mayoría
de mi tiempo en la universidad, compartiendo con todos mis compañeros, y creo
que, en parte, gracias a este ramo, le tomo mucho más valor a cada uno de
ellos. Me demostró que la historia de una persona, sus formas de reaccionar,
son elementos fundamentales para trabajar con ellos y, a la vez, quita los
prejuicios. He comprobado lo importante que es conocernos en diferentes ámbitos,
pues eso nos da perspectiva, no solo como terapeutas, sino que como personas,
piezas de una sociedad que necesita de nuestra labor como personas íntegras.
También
rescato el que fomentaran tanto nuestra creatividad. Todos la tenemos en el
fondo, pero muchas veces, por el miedo a la vergüenza o a defraudar, no nos
permitimos a nosotros mismos explotarla…aquí fue una “obligación”. Igual no
creo que haya que forzar a las personas a realizar algo, pues todos seguimos
nuestro propio proceso y tenemos nuestros propios tiempos, pero bueno, es parte
del sistema que nos rige. Admiro a los profesores por su capacidad de evaluación
porque ¿Cómo corriges algo que no puede estar mal? Si es la visión de cada uno.
Otra
cosa que me gustó de este ramo, es que es aplicable a todo tipo de personas, ya
sean terapeutas o ingenieros. Debería existir un ramo así en cada área de
estudio, pues nos humaniza y, al estar inmersos en una sociedad tan
maquinizada, creo que es importante que cada uno de los individuos que la
componen, recordemos que somos humanos, y que como seres humanos tenemos ciertas
características que se nos olvidan y que su olvido es perjudicial para nuestro
desarrollo. Solo como un ejemplo, podría mencionar el respeto.
Veo
este ramo, y bueno algunos otros que acá no menciono, como la puerta a un nuevo
mundo y agradezco las oportunidades entregadas, las experiencias vividas, y
estoy contenta por las personas con las que compartí.
¡Gracias
totales!
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