jueves, 6 de junio de 2013

"Lo que me perdí"...
Segunda clase de drama y yo no pude ir por asuntos personales que simplemente escapaban de mis manos. Por esto, no me siento en ninguna capacidad para hablar de lo sucedido en esa clase, pese a que me llegaron varios comentarios y he visto varias fotos.
Sin embargo, si puedo decir lo mucho que lamenté no haber podido asistir, porque creo que estas clases en que somos capaces de contar una historia y, a su vez, escucharlas, son las más provechosas que hemos tenido en lo que llevamos del semestre y creo que, por respeto a mis compañeros que debían hablar, son las clases a las que más se merece ir.
Para contextualizarlos un poco, para esta segunda clase, el grupo 2 debía llevar un objeto que fuera muy importante para ellos, por cualquier razón, de esos objetos que simplemente no podrías dejar atrás o regalarlos, por su valor sentimental. Sé que el ambiente fue muy emotivo, incluso más que la clase anterior, porque no fue solo llevar el objeto y contar que era y que significaba, sino que había que regalarlo simbólicamente a una de las personas que conformaban el grupo que exponía.
Quizás también debería escribir 500 palabras para contarles lo triste que fue no ir, los comentarios que me llegaron y lo que imagino que fue la clase, pero siento que sería relleno e hipocresía, pues no se pueden inventar sensaciones y no se puede escribir sobre lo que no se ha vivido. Al costado izquierdo de este blog pueden ver algunos link que llevan a las experiencias de mis compañeros y podrán ver ahí lo bella que debe haber sido esta actividad.
Por mi parte, solo basta decir que estuve ahí en espíritu, que mis compañeros siempre tendrán el apoyo que necesiten de mí, y que siempre es un real agrado pasar las clases con ellos y hacer este camino juntos. Cambio y fuera.
Lo invisible se siente...
Primera instrucción, nos dividieron en 3 grupos y al primero le dijeron: lleven diario. Las expectativas y dudas volvieron a nosotros ¿por qué diario? El nombre de la clase era drama, así que pensé que haríamos algo con nuestras máscaras, una presentación o algo así…nunca tomé tan literal el nombre…drama = catarsis.
Llegamos a la sala y vemos las sillas dispuestas alrededor de la sala, pegadas a las paredes, haciendo una especie de borde. El profe Félix nos dijo al grupo 2 y 3 que nos sentáramos en las sillas, esta vez seríamos público. El grupo 1 se sentó en el medio, alrededor de los diarios que habían traído.
“Quiero que piensen en la persona que más los ha determinado y quiero que con el diario hagan un símbolo, que sientan que con el objeto que hagan la persona queda bien representada” Y es cuando el profe dice eso que yo entiendo verdaderamente de que se trataba la clase. Intimidad, confianza, darse a conocer. Estaba sentada con la Nati y le dije; “después nos van a tener que contar porque hicieron las cosas y todos vamos a llorar”.
En fin, mis compañeros confeccionaron sus objetos, mientras había por primera vez yo creo, un ambiente adecuado para que ellos pudieran trabajar bien. Siempre hay murmullos, pero esta vez el ambiente era distinto, mucho más respetuoso, y es que creo que todos le tomamos el peso a lo que estaba pasando. Nuestros compañeros estaban sentados en el suelo a corazón abierto.
Una vez que terminaron tuvimos un tiempo para sacar fotos de las hermosas cosas que habían hecho, algunas muy histriónicas, otras muy enigmáticas, otras “simples” (y pongo entre comillas porque algo con tanto sentimiento no puede ser solo simple) y otras más elaboradas.
Se acaba el tiempo, se apagan las luces, se prohíbe sacar fotos y se cierran puertas y cortinas. El ambiente cambia de un segundo a otro. De estar contentos sacando fotos, pasamos a un estado de sigilo, de tranquilidad falsa, silencio. Nos sentamos todos alrededor de los que habían trabajado con el diario, para dar apoyo dijo el profe. Comienzan las explicaciones, hablan de hermanos, de padres, de abuelos, de cantantes, de historias de vida, de Dios. De a poco la atmósfera que creíamos pasiva, se va llenando de sentimientos, de nuevas energías, y el nivel de confianza que recibimos por parte de nuestros compañeros es abrumante. ¿Quién diría que en 3 meses se pueden crear lazos tan grandes? Yo sinceramente no lo pensé, uno siempre tiene unos más cercanos, con los que si se hablan de ciertas cosas íntimas, pero abrirse con 70 personas al mismo tiempo, definitivamente no lo pensé. Que gran responsabilidad tenemos como compañeros…me atrevería a decir después de esta clase: que gran responsabilidad tenemos como amigos.
Hermosa experiencia, veo los lazos invisibles, veo como se hacen más tangibles a medida que avanza el tiempo.




¡LA VIDA NO ESTA ESCRITA, SE IMPROVISA!
Segunda clase de movimiento creativo, nuevamente venimos con ropa suelta y una vez más prima nuestro entusiasmo y nuestra hiperactividad.
Comenzamos con la misma dinámica de la clase anterior, caminamos por toda la sala lentamente para tomar conciencia y control sobre nuestro cuerpo y, por supuesto, para bajar las revoluciones ya tan comunes.
Cuando ya estábamos un poco más tranquilos comenzamos a hacer diferentes movimientos para soltar nuestro cuerpo, sacudimos extremidades, jugábamos con distintos tipos de movimientos. En esta clase tampoco debíamos hablar, pero para nuestra suerte y alivio si podíamos reírnos, y que tortuoso habría sido si no hubiésemos podido, porque las risas eran simplemente incontrolables. Además, hicimos “coreografías” dirigidas por la profe Erna, con las manos, con los pies y en su conjunto, lo cual también fue bastante chistoso.
Una vez hechas estas actividades como “introductorias” que difícilmente fueron eso, porque tomaron bastante tiempo y ya de por si creo que aportaron bastante, pero que de alguna forma hay que llamarlas, pasamos a la segunda parte de la clase. Nos dividimos en 3 grupos; los que estaban medios damnificados por la vacuna que nos pusieron ese día, los que iban a trabajar con máscara y mi grupo.
El tema era la improvisación, y debo ser sincera, me dijeron eso y me dio un no se qué. Es que me cargan las improvisaciones, me siento insegura y me da vergüenza, sobretodo si hay que mostrarlo ante un público. Pero bueno, me convencí de participar igual y de la mejor manera. La idea era que entraran dos personas bailando, quizás “narrar” alguna historia con sus movimientos y en algún minuto se tenían que quedar quietos como estatuas. Luego venían dos personas más y los revivía, haciendo nuevamente algún tipo de orquestación, volvían a congelarse y así sucesivamente hasta que estuviéramos todos bailando como un conjunto organizado y coordinado y, sobretodo, conectado.
Después que cada grupo había logrado más o menos organizar su trabajo, debíamos presentarlo ante el curso. El primer grupo, el de las máscaras, represento la idea de que las máscaras eran sus vidas, sus energías, y dentro de la presentación había un ser que daba la vida o la quitaba, esto representado cuando esta persona les quitaba o les ponía las mascaras. Luego nos toco presentar a nosotros y, al ser improvisado creo que salió bastante bien. Por ultimo, nos acostamos en el suelo, comenzamos un nuevo proceso de relajación como el que habíamos tenido la clase pasada. Esta vez eso si, esta etapa fue asistida por el tercer grupo, que creo melodías para que pudiéramos canalizar todo lo que habíamos hecho.

Una vez más llego a la conclusión que la música tiene poderes mágicos, me relajo completamente, hasta el punto en que casi me quede dormida y perdí, por un instante, la noción de tiempo y espacio.

martes, 4 de junio de 2013

¡Que las palabras se las lleve el viento!
Somos un todo, el perfecto equilibrio entre el cuerpo y el espíritu…mente sana, cuerpo sano y viceversa suelen decir. Y a su vez, el cuerpo es nuestra carta de presentación, una sonrisa mostrando los dientes bien entusiasta no es lo mismo que una sonrisa tímida, espalda encorvada no es lo mismo que una postura bien erguida.

Diciendo esto, doy paso a la clase del día 9 de mayo, cuyo nombre deja mucho a la imaginación: Movimiento Creativo. Lo primero que se me viene a la mente es baile, si divago un poco más pienso en mímicas y teatro, y si me voy muy en la vola digo que es extraño ponerle el adjetivo “creativo”, pues al moverme genero impresiones, creo mensajes…pero luego digo que quizás es solo una forma de hacer la clase más llamativa.
En fin, entramos a la sala nuevamente, no hay ninguna silla, estamos con ropa suelta, sin zapatos la mayoría y ya como era común, altos niveles de conversación y, por qué no decirlo, hiperactividad. Lo primero que recibimos es una crítica constructiva: somos muy efervescentes y muy dependientes de nuestra comunicación verbal, lo que le quita espacio a nuestra comunicación no verbal. Estamos tan insertos en las palabras, que nos perdemos los mensajes más escondidos y que tienden a pasar más desapercibidos. Y al escuchar esto nos vemos inversos en lo que será el objetivo y temática de la clase.
Partimos con imitaciones de lo que la profe Erna nos decía que hiciéramos junto a una pareja. “Uno para arriba y el otro para abajo” “a un lado y luego a otro”, en fin. Lo siguiente fue caminar por toda la sala, primero lento, luego más rápido y siempre en silencio, debíamos estar conscientes de nuestros pasos, de la gente. En este contexto, vino la actividad que a mí me hace más sentido, la que más me gusto y creo que la que me ayudó más a rescatar características de varios de mis compañeros. Saludarnos. Con apretón de manos, apretón de mejillas, de oreja, comunicación con la espalda y esto con todas las personas que cruzaran nuestro camino. Algunos eran más expresivos que otros, algunos saludaban entusiastas, otros relajados, otros alegres, otros tímidos y otros con desinterés. También me paso que dependiendo de la persona, había distintas llegadas. Con las personas más cercanas eran saludos más histriónicos o ya de por sí me pasaba que el saludo era simplemente una explosión de risa. Con otros era un saludo alegre, atento y con otros podía ser solo una cordialidad, pero siempre en el plano de la simpatía, el humor y la buena onda.
Luego nos juntamos en grupos, cerramos nuestros ojos y nos tomamos las manos. Nos empezamos a comunicar por el tacto, por el cariño, la transferencia de calor. “No estás solo”.
Para finalizar, nos acostamos en el suelo, dejamos que nuestro cuerpo se relajara, cerramos los ojos y nos hicimos conscientes de lo que había pasado en la clase.
Ya no estoy segura si este ramo es de auto-conocimiento y creatividad o si es para que nos convirtamos en una familia más que curso…quizás sea un poco de los dos.






domingo, 2 de junio de 2013

Deja que la esencia fluya por los dedos.

“Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma” George Bernard Shaw
Todo el arte consiste en no engañarse a sí mismo: mínimas islas de rocas en todo un mar de autoengaños. Lo que más puede lograr un hombre es aferrarse a ellas y no ahogarse” Elias Canetti
"El arte es la forma más intensa de individualismo que el mundo ha conocido" - Oscar Wilde 

Nuevo jueves, nueva clase de estrategias, nuevos descubrimientos, nuevas expresiones.
Hoy, decorar las máscaras hechas unas clases atrás. Nuevamente el nivel de conversaciones sobrepasaba los rangos de una clase normal. La profe decía que era un trabajo personal, que no podía haber tanto ruido, que así no se puede trabajar; lo típico que dicen todos los profesores. Personalmente creo que es parte del proceso creativo, somos seres llenos de sensaciones, llenos de ideas y de revoluciones y, cuando se está en tal nivel de conexión con uno mismo, también se debe tener una conexión con el entorno, por lo menos a mi parecer.
En fin, comienza la clase y de la nada me veo rodeada de pinturas, plumas, escarcha y lentejuelas, entre otros.
“¡La silicona por favor!”, “ay no se si escarcha azul o plateada”, “¿y si la pinto negra entera?”, “silicona, silicona, silicona”, “¿lentejuelas o mostacillas?” son algunas de las frases que escuché ese día repetidas veces.
Es difícil, sin duda, tratar de retratar en un pedazo de yeso tu identidad, y es que simplemente me siento abrumada por la inmensidad de esa palabra. IDENTIDAD. Abarca tanto y es tan íntima y es extraño pensar que con un poco de témpera se puede plasmar la esencia. Pero luego me detengo a pensar y llego a la conclusión de que si uno es real y leal a lo que se es en verdad, todas las cosas que hacemos deberían dar evidencia de lo que somos.
Siento que mucha gente entra en pánico, por decirlo de alguna forma, cuando se les pide extraer de sí algunas características. He visto arto en estas clases y leyendo otros blogs que a la gente le es bastante difícil definirse y creo que es en parte porque no se conocen…quizás nunca se han preguntado quienes son. Y por esto mismo agradezco este ramo, porque nos va a ayudar a ver nuestro yo interior y para mi eso es muy importante porque si no sabemos quienes somos, nunca sabremos a donde queremos llegar.
Volviendo al tema y para volver un poco a la realidad y darte una idea más clara de lo que hice, mi máscara quedó blanca, con plumas, lentejuelas y escarcha en los ojos, labios rojos bien definidos y unos adornos simples en las mejillas. Si tuviera que decir en una frase lo que significa esta máscara para mí, diría probablemente “mi diversidad”.