viernes, 26 de julio de 2013

No es el final…Es el comienzo.
Terminamos así nuestro primer semestre de clases: un grupo de extraños convertidos en conocidos, jóvenes “sin formar” con esbozos de terapeutas, caja abierta en mano con creatividad explotando. Nos miramos las caras y ahora todos reconocemos algo nuevo, o que ya existía pero no veíamos. Pasamos de bailes y máscaras a emociones en carne viva, aprendimos a dejarnos llevar, a no tener miedo del resto.
Creo que lo que más rescato de este semestre es la oportunidad de conocer a las personas con las que estoy estudiando…no, con las estoy viviendo. Paso la mayoría de mi tiempo en la universidad, compartiendo con todos mis compañeros, y creo que, en parte, gracias a este ramo, le tomo mucho más valor a cada uno de ellos. Me demostró que la historia de una persona, sus formas de reaccionar, son elementos fundamentales para trabajar con ellos y, a la vez, quita los prejuicios. He comprobado lo importante que es conocernos en diferentes ámbitos, pues eso nos da perspectiva, no solo como terapeutas, sino que como personas, piezas de una sociedad que necesita de nuestra labor como personas íntegras.
También rescato el que fomentaran tanto nuestra creatividad. Todos la tenemos en el fondo, pero muchas veces, por el miedo a la vergüenza o a defraudar, no nos permitimos a nosotros mismos explotarla…aquí fue una “obligación”. Igual no creo que haya que forzar a las personas a realizar algo, pues todos seguimos nuestro propio proceso y tenemos nuestros propios tiempos, pero bueno, es parte del sistema que nos rige. Admiro a los profesores por su capacidad de evaluación porque ¿Cómo corriges algo que no puede estar mal? Si es la visión de cada uno.
Otra cosa que me gustó de este ramo, es que es aplicable a todo tipo de personas, ya sean terapeutas o ingenieros. Debería existir un ramo así en cada área de estudio, pues nos humaniza y, al estar inmersos en una sociedad tan maquinizada, creo que es importante que cada uno de los individuos que la componen, recordemos que somos humanos, y que como seres humanos tenemos ciertas características que se nos olvidan y que su olvido es perjudicial para nuestro desarrollo. Solo como un ejemplo, podría mencionar el respeto.
Veo este ramo, y bueno algunos otros que acá no menciono, como la puerta a un nuevo mundo y agradezco las oportunidades entregadas, las experiencias vividas, y estoy contenta por las personas con las que compartí.
¡Gracias totales!

PD: y esto no para…


Creando conceptos...
Última experiencia de esta loca clase: un concepto, seis regalos.
Debíamos elegir un concepto relacionado con la Terapia Ocupacional y llevarlo a objetos hechos por nosotros mismos y regalarlo a cada uno de nuestros compañeros de grupo. Nosotros elegimos compañerismo, pues creíamos que es algo muy importante para el desempeño de un terapeuta. A lo largo de nuestra profesión, estaremos trabajando constantemente con otras personas, ya sea con las personas que atendemos o con otros profesionales en un ámbito laboral.

¿Pero que entendemos por compañerismo? Personalmente creo que es la base del trabajo en equipo, y creo también que es una caja sin fondo, en donde se pueden encontrar muchos otros conceptos y sentimientos. El trabajo en equipo es algo complejo, son varias personas, varios mundos colisionando para lograr algo en conjunto y si esto no se hace con empatía, paciencia, ganas de trabajar, pasaría de ser algo lindo a ser un completo desastre.
Pero viéndolo de un punto de vista más macro, creo que el compañerismo debería mover al mundo. Esta actitud representa una forma de vida, implica el respeto e igual trato a los que nos rodean, siendo plenamente consciente de su integridad, implica una conciencia social bien nutrida, en donde el trabajo para un fin común (el bien común) se realice de forma responsable y con las mejores intenciones. Además, lleva consigo un ambiente muy grato, teniendo como principal nota la empatía y buena onda.
Y es en esta visión un poco más macro en que baso el regalo a mis compañeros. Consiste en un mundo cortado en seis láminas, en cuyas caras van imágenes de diferentes partes del mundo. Busca representar que la forma más básica de compañerismo se puede ver a nivel mundial, en donde nuestro fin en común es mantener sano nuestro planeta en todos los sentidos posibles, desde lo ambiental hasta lo político-económico, siendo cada uno una pieza fundamental. Juntos creamos el mundo, esa es la idea, y si falta una pieza, quedamos incompletos.
Bueno, habiendo dicho todo esto, llega el día en que nos juntamos a entregar los regalos. Jueves 25 de Julio en el Parque Forestal, 15:00 pm, hacía un día bastante agradable. Cada uno habló del significado de los regalos, y los entregó a sus respectivos nuevos dueños. Todos llegamos más a menos a la descripción que les hice más arriba.

Mi grupo constituye varias personas con las que no hablo normalmente, y creo que eso hizo la situación mucho más entretenida. De pasar a no saber que hacerle a cada uno, y tras todas las clases de Estrategias en donde, de alguna u otra forma, he podido saber más de ellos, llegamos a este punto, donde es muy normal sentarnos a hablar de los regalos y de la vida.  

jueves, 25 de julio de 2013

Cerrando el Ciclo

Pasó bastante tiempo desde la última clase hasta ahora. Estuvimos aproximadamente un mes en paro, lo que retrasó bastante esta experiencia de la que hablaré en las siguientes líneas.
Creo que muchos habíamos perdido el ritmo de un horario de clases normal. Personalmente, llegué a la sala con un cansancio descomunal sobre mi espalda, con muy pocas ganas de participar y muy preocupada de todo lo que tenía que estudiar para el certamen del día siguiente…la verdad es que mi predisposición era la peor…y una vez más esta clase me sorprende.
Era la última clase de Drama, ahora me tocaba a mí presentar algo a mis compañeros, debía llevar una foto de la persona que más quisiéramos. Debo admitir que me costó un poco decidir que foto llevar, porque eso de “la persona que más…” me causó mucha confusión. ¿A quién elijo? ¿Mi papá o mi mamá? ¿Cuál de mis 3 hermanos? ¿Cuál de mis mejores amigas? ¿Servirá mi perro? En fin, fue complejo, pero al final me decidí por mi papá, y para compensar a aquellos que dejaba fuera, quise poner sus nombres escritos detrás de la foto. Si bien no lo hice porque se me olvidó, definitivamente estuvieron en el pensamiento y la clase fue dedicada a ellos también.
Comienza la clase, hablan varias personas antes que yo. Algunos hablaron de sus abuelos, otros de sus hermanos, amigos, de sus padres y madres, algunos muy emocionados, a tal nivel de no poder terminar las frases, otros hablaron de forma más histriónica, otros con aparente desinterés, pero siempre con una emocionalidad oculta. Sigue sorprendiéndome el nivel de confianza que hemos alcanzado entre nosotros, porque, si bien mostramos personas de las que quizás hablamos siempre, el tener la foto expuesta, mostrando esencias, mostrando historias, recuerdos, contempla una carga sentimental alta y nos deja, de cierta forma, desnudos ante los ojos que nos observan.
Es mi turno de hablar y me acompaña la foto de mi papá. Siento que esta imagen representa la viva esencia de mi papá y nuestra relación. Él es lo que se ve, un hombre lleno de alegría, y es mi pilar, mi imagen a seguir, mi héroe, mi mejor amigo. Con él he aprendido a descubrir lo linda que puede ser la vida, él es mi referente.
Quisiera dedicarle unas palabras también a esos nombres de detrás de la foto. Aunque mi papá es una de las personas más importante para mí, creo que estas personas también merecen una mención. Creo que los seres humanos estamos hechos de experiencias e historias, y sin mi mamá, mis hermanos, el resto de mi familia y amigos, yo simplemente no sería lo que soy ahora, y excluirlos de esta clase sería una falta de respeto muy grande.

Fue una clase bastante agradable, nuevamente agradezco la instancia…

jueves, 6 de junio de 2013

"Lo que me perdí"...
Segunda clase de drama y yo no pude ir por asuntos personales que simplemente escapaban de mis manos. Por esto, no me siento en ninguna capacidad para hablar de lo sucedido en esa clase, pese a que me llegaron varios comentarios y he visto varias fotos.
Sin embargo, si puedo decir lo mucho que lamenté no haber podido asistir, porque creo que estas clases en que somos capaces de contar una historia y, a su vez, escucharlas, son las más provechosas que hemos tenido en lo que llevamos del semestre y creo que, por respeto a mis compañeros que debían hablar, son las clases a las que más se merece ir.
Para contextualizarlos un poco, para esta segunda clase, el grupo 2 debía llevar un objeto que fuera muy importante para ellos, por cualquier razón, de esos objetos que simplemente no podrías dejar atrás o regalarlos, por su valor sentimental. Sé que el ambiente fue muy emotivo, incluso más que la clase anterior, porque no fue solo llevar el objeto y contar que era y que significaba, sino que había que regalarlo simbólicamente a una de las personas que conformaban el grupo que exponía.
Quizás también debería escribir 500 palabras para contarles lo triste que fue no ir, los comentarios que me llegaron y lo que imagino que fue la clase, pero siento que sería relleno e hipocresía, pues no se pueden inventar sensaciones y no se puede escribir sobre lo que no se ha vivido. Al costado izquierdo de este blog pueden ver algunos link que llevan a las experiencias de mis compañeros y podrán ver ahí lo bella que debe haber sido esta actividad.
Por mi parte, solo basta decir que estuve ahí en espíritu, que mis compañeros siempre tendrán el apoyo que necesiten de mí, y que siempre es un real agrado pasar las clases con ellos y hacer este camino juntos. Cambio y fuera.
Lo invisible se siente...
Primera instrucción, nos dividieron en 3 grupos y al primero le dijeron: lleven diario. Las expectativas y dudas volvieron a nosotros ¿por qué diario? El nombre de la clase era drama, así que pensé que haríamos algo con nuestras máscaras, una presentación o algo así…nunca tomé tan literal el nombre…drama = catarsis.
Llegamos a la sala y vemos las sillas dispuestas alrededor de la sala, pegadas a las paredes, haciendo una especie de borde. El profe Félix nos dijo al grupo 2 y 3 que nos sentáramos en las sillas, esta vez seríamos público. El grupo 1 se sentó en el medio, alrededor de los diarios que habían traído.
“Quiero que piensen en la persona que más los ha determinado y quiero que con el diario hagan un símbolo, que sientan que con el objeto que hagan la persona queda bien representada” Y es cuando el profe dice eso que yo entiendo verdaderamente de que se trataba la clase. Intimidad, confianza, darse a conocer. Estaba sentada con la Nati y le dije; “después nos van a tener que contar porque hicieron las cosas y todos vamos a llorar”.
En fin, mis compañeros confeccionaron sus objetos, mientras había por primera vez yo creo, un ambiente adecuado para que ellos pudieran trabajar bien. Siempre hay murmullos, pero esta vez el ambiente era distinto, mucho más respetuoso, y es que creo que todos le tomamos el peso a lo que estaba pasando. Nuestros compañeros estaban sentados en el suelo a corazón abierto.
Una vez que terminaron tuvimos un tiempo para sacar fotos de las hermosas cosas que habían hecho, algunas muy histriónicas, otras muy enigmáticas, otras “simples” (y pongo entre comillas porque algo con tanto sentimiento no puede ser solo simple) y otras más elaboradas.
Se acaba el tiempo, se apagan las luces, se prohíbe sacar fotos y se cierran puertas y cortinas. El ambiente cambia de un segundo a otro. De estar contentos sacando fotos, pasamos a un estado de sigilo, de tranquilidad falsa, silencio. Nos sentamos todos alrededor de los que habían trabajado con el diario, para dar apoyo dijo el profe. Comienzan las explicaciones, hablan de hermanos, de padres, de abuelos, de cantantes, de historias de vida, de Dios. De a poco la atmósfera que creíamos pasiva, se va llenando de sentimientos, de nuevas energías, y el nivel de confianza que recibimos por parte de nuestros compañeros es abrumante. ¿Quién diría que en 3 meses se pueden crear lazos tan grandes? Yo sinceramente no lo pensé, uno siempre tiene unos más cercanos, con los que si se hablan de ciertas cosas íntimas, pero abrirse con 70 personas al mismo tiempo, definitivamente no lo pensé. Que gran responsabilidad tenemos como compañeros…me atrevería a decir después de esta clase: que gran responsabilidad tenemos como amigos.
Hermosa experiencia, veo los lazos invisibles, veo como se hacen más tangibles a medida que avanza el tiempo.




¡LA VIDA NO ESTA ESCRITA, SE IMPROVISA!
Segunda clase de movimiento creativo, nuevamente venimos con ropa suelta y una vez más prima nuestro entusiasmo y nuestra hiperactividad.
Comenzamos con la misma dinámica de la clase anterior, caminamos por toda la sala lentamente para tomar conciencia y control sobre nuestro cuerpo y, por supuesto, para bajar las revoluciones ya tan comunes.
Cuando ya estábamos un poco más tranquilos comenzamos a hacer diferentes movimientos para soltar nuestro cuerpo, sacudimos extremidades, jugábamos con distintos tipos de movimientos. En esta clase tampoco debíamos hablar, pero para nuestra suerte y alivio si podíamos reírnos, y que tortuoso habría sido si no hubiésemos podido, porque las risas eran simplemente incontrolables. Además, hicimos “coreografías” dirigidas por la profe Erna, con las manos, con los pies y en su conjunto, lo cual también fue bastante chistoso.
Una vez hechas estas actividades como “introductorias” que difícilmente fueron eso, porque tomaron bastante tiempo y ya de por si creo que aportaron bastante, pero que de alguna forma hay que llamarlas, pasamos a la segunda parte de la clase. Nos dividimos en 3 grupos; los que estaban medios damnificados por la vacuna que nos pusieron ese día, los que iban a trabajar con máscara y mi grupo.
El tema era la improvisación, y debo ser sincera, me dijeron eso y me dio un no se qué. Es que me cargan las improvisaciones, me siento insegura y me da vergüenza, sobretodo si hay que mostrarlo ante un público. Pero bueno, me convencí de participar igual y de la mejor manera. La idea era que entraran dos personas bailando, quizás “narrar” alguna historia con sus movimientos y en algún minuto se tenían que quedar quietos como estatuas. Luego venían dos personas más y los revivía, haciendo nuevamente algún tipo de orquestación, volvían a congelarse y así sucesivamente hasta que estuviéramos todos bailando como un conjunto organizado y coordinado y, sobretodo, conectado.
Después que cada grupo había logrado más o menos organizar su trabajo, debíamos presentarlo ante el curso. El primer grupo, el de las máscaras, represento la idea de que las máscaras eran sus vidas, sus energías, y dentro de la presentación había un ser que daba la vida o la quitaba, esto representado cuando esta persona les quitaba o les ponía las mascaras. Luego nos toco presentar a nosotros y, al ser improvisado creo que salió bastante bien. Por ultimo, nos acostamos en el suelo, comenzamos un nuevo proceso de relajación como el que habíamos tenido la clase pasada. Esta vez eso si, esta etapa fue asistida por el tercer grupo, que creo melodías para que pudiéramos canalizar todo lo que habíamos hecho.

Una vez más llego a la conclusión que la música tiene poderes mágicos, me relajo completamente, hasta el punto en que casi me quede dormida y perdí, por un instante, la noción de tiempo y espacio.

martes, 4 de junio de 2013

¡Que las palabras se las lleve el viento!
Somos un todo, el perfecto equilibrio entre el cuerpo y el espíritu…mente sana, cuerpo sano y viceversa suelen decir. Y a su vez, el cuerpo es nuestra carta de presentación, una sonrisa mostrando los dientes bien entusiasta no es lo mismo que una sonrisa tímida, espalda encorvada no es lo mismo que una postura bien erguida.

Diciendo esto, doy paso a la clase del día 9 de mayo, cuyo nombre deja mucho a la imaginación: Movimiento Creativo. Lo primero que se me viene a la mente es baile, si divago un poco más pienso en mímicas y teatro, y si me voy muy en la vola digo que es extraño ponerle el adjetivo “creativo”, pues al moverme genero impresiones, creo mensajes…pero luego digo que quizás es solo una forma de hacer la clase más llamativa.
En fin, entramos a la sala nuevamente, no hay ninguna silla, estamos con ropa suelta, sin zapatos la mayoría y ya como era común, altos niveles de conversación y, por qué no decirlo, hiperactividad. Lo primero que recibimos es una crítica constructiva: somos muy efervescentes y muy dependientes de nuestra comunicación verbal, lo que le quita espacio a nuestra comunicación no verbal. Estamos tan insertos en las palabras, que nos perdemos los mensajes más escondidos y que tienden a pasar más desapercibidos. Y al escuchar esto nos vemos inversos en lo que será el objetivo y temática de la clase.
Partimos con imitaciones de lo que la profe Erna nos decía que hiciéramos junto a una pareja. “Uno para arriba y el otro para abajo” “a un lado y luego a otro”, en fin. Lo siguiente fue caminar por toda la sala, primero lento, luego más rápido y siempre en silencio, debíamos estar conscientes de nuestros pasos, de la gente. En este contexto, vino la actividad que a mí me hace más sentido, la que más me gusto y creo que la que me ayudó más a rescatar características de varios de mis compañeros. Saludarnos. Con apretón de manos, apretón de mejillas, de oreja, comunicación con la espalda y esto con todas las personas que cruzaran nuestro camino. Algunos eran más expresivos que otros, algunos saludaban entusiastas, otros relajados, otros alegres, otros tímidos y otros con desinterés. También me paso que dependiendo de la persona, había distintas llegadas. Con las personas más cercanas eran saludos más histriónicos o ya de por sí me pasaba que el saludo era simplemente una explosión de risa. Con otros era un saludo alegre, atento y con otros podía ser solo una cordialidad, pero siempre en el plano de la simpatía, el humor y la buena onda.
Luego nos juntamos en grupos, cerramos nuestros ojos y nos tomamos las manos. Nos empezamos a comunicar por el tacto, por el cariño, la transferencia de calor. “No estás solo”.
Para finalizar, nos acostamos en el suelo, dejamos que nuestro cuerpo se relajara, cerramos los ojos y nos hicimos conscientes de lo que había pasado en la clase.
Ya no estoy segura si este ramo es de auto-conocimiento y creatividad o si es para que nos convirtamos en una familia más que curso…quizás sea un poco de los dos.






domingo, 2 de junio de 2013

Deja que la esencia fluya por los dedos.

“Los espejos se emplean para verse la cara, el arte para verse el alma” George Bernard Shaw
Todo el arte consiste en no engañarse a sí mismo: mínimas islas de rocas en todo un mar de autoengaños. Lo que más puede lograr un hombre es aferrarse a ellas y no ahogarse” Elias Canetti
"El arte es la forma más intensa de individualismo que el mundo ha conocido" - Oscar Wilde 

Nuevo jueves, nueva clase de estrategias, nuevos descubrimientos, nuevas expresiones.
Hoy, decorar las máscaras hechas unas clases atrás. Nuevamente el nivel de conversaciones sobrepasaba los rangos de una clase normal. La profe decía que era un trabajo personal, que no podía haber tanto ruido, que así no se puede trabajar; lo típico que dicen todos los profesores. Personalmente creo que es parte del proceso creativo, somos seres llenos de sensaciones, llenos de ideas y de revoluciones y, cuando se está en tal nivel de conexión con uno mismo, también se debe tener una conexión con el entorno, por lo menos a mi parecer.
En fin, comienza la clase y de la nada me veo rodeada de pinturas, plumas, escarcha y lentejuelas, entre otros.
“¡La silicona por favor!”, “ay no se si escarcha azul o plateada”, “¿y si la pinto negra entera?”, “silicona, silicona, silicona”, “¿lentejuelas o mostacillas?” son algunas de las frases que escuché ese día repetidas veces.
Es difícil, sin duda, tratar de retratar en un pedazo de yeso tu identidad, y es que simplemente me siento abrumada por la inmensidad de esa palabra. IDENTIDAD. Abarca tanto y es tan íntima y es extraño pensar que con un poco de témpera se puede plasmar la esencia. Pero luego me detengo a pensar y llego a la conclusión de que si uno es real y leal a lo que se es en verdad, todas las cosas que hacemos deberían dar evidencia de lo que somos.
Siento que mucha gente entra en pánico, por decirlo de alguna forma, cuando se les pide extraer de sí algunas características. He visto arto en estas clases y leyendo otros blogs que a la gente le es bastante difícil definirse y creo que es en parte porque no se conocen…quizás nunca se han preguntado quienes son. Y por esto mismo agradezco este ramo, porque nos va a ayudar a ver nuestro yo interior y para mi eso es muy importante porque si no sabemos quienes somos, nunca sabremos a donde queremos llegar.
Volviendo al tema y para volver un poco a la realidad y darte una idea más clara de lo que hice, mi máscara quedó blanca, con plumas, lentejuelas y escarcha en los ojos, labios rojos bien definidos y unos adornos simples en las mejillas. Si tuviera que decir en una frase lo que significa esta máscara para mí, diría probablemente “mi diversidad”.



sábado, 25 de mayo de 2013



"La música empieza donde se acaba el lenguaje"

Cuando uno va por las calles, ves a toda la gente con un par de audífonos conectados a un aparato reproductor de música. Pasas al lado de un auto y escuchas la radio prendida. Pasas por una construcción y te das cuenta que están escuchando música. Buscas modos de terapia y, nuevamente, aparece la música.
Creo que a varios nos pasa que, al escuchar una canción, nuestras sensaciones se manifiestan, despiertan los recuerdos, la mente se expresa. Y creo también que eso fue más o menos lo que la profe Erna quiso, de cierta forma, mostrarnos. La instrucción para esa clase fue: traigan un instrumento. Probablemente debía ser un instrumento con el que nos sintiéramos unidos e identificados, pero siendo realistas, lo que más hay en las casas son flautas y guitarras. Quien hubiese pensado que llegarían kultrún, violín, Kalimba  y djembes
Si bien la clase daba inicio a las 2:30 de la tarde, creo que es importante destacar que la experiencia comienza unas horas antes. Tuvimos una gran ventana ese día, por lo que hubo arto rato para dejarnos llevar. La escuela se llenó de diferentes melodías, cantos y, sobretodo, muchas risas.
Llega el minuto de la clase, dejamos los instrumentos a un lado para que la profe Erna nos hable un poco de diferentes conceptos de creatividad. Una vez lista la primera actividad, pusimos todos los instrumentos al centro de la sala, sumándose algunos que la profe trajo de su propio arsenal. Nosotros los rodeamos y elegimos uno que no fuera el que habíamos traído. Yo elegí las claves, instrumento de percusión, básicamente compuesto por dos palos que hacen un sonido muy agradable al “chocarlos”. La profe puso en el proyector diferentes colores y nos dijo que hiciéramos sonidos acordes a lo que nos hacían sentir. Así, si salía el rojo, habían sonidos fuertes y energéticos, si salía amarillo habían tonos alegres y si salía azul, se escuchaban melodías un poco más melancólicas. Hicimos esta actividad de nuevo, pero con palabras como felicidad, enojo, etc. Luego nos juntamos en grupos de instrumentos, juntándose las cuerdas con las cuerdas, los vientos con los vientos, y así todos. La idea era hacer una melodía armoniosa y luego presentarla al resto de los compañeros. Funcionó bastante bien, logramos hacer algo bonito y, aunque al momento de presentar tuvimos que improvisar un poco, logramos trabajar en equipo y lograr un buen resultado.
Debo decir que me encantó esta clase, y creo que es a partir de ésta que empiezo a tomarle el gustito a lo que hacemos todos los jueves desde las 2:30. Creo que uno puede tener una gran conexión con la música, creo que es un buen hilo conductor de sentimientos y creo que éste se forma al escucharla, al crearla, al interpretarla.
Pero no creo solamente en la música hecha por la voz y por los instrumentos, creo en la música de los pasos, del viento, en la música de la respiración y también, aunque para algunos suene paradójico, creo en la música del silencio.

¿Quiénes somos? ¿Qué nos determina?

Suenan a preguntas cliché, hechas por los tantos psicólogos que buscan arreglar un poco nuestra sociedad fuertemente influenciada por las apariencias, el estrés laboral, etc.
Personalmente creo que todo lo que hacemos, todo lo que nos rodea, aquellos que nos aconsejan y nos faltan el respeto, todo nos marca, todo representa alguna enseñanza. Y a su vez, todo esto se ve representado en las cosas que hacemos, en lo que creamos, ya sean artes manuales, canciones, poemas, pensamientos, etc.
En una nueva clase de “estrategias de intervención” hicimos máscaras de yeso, utilizando nuestras propias caras de molde. Fue una actividad bastante interesante, no era solo poner tiras de yeso en la cara de mi compañera, sino que era poner dedicación en las formas, había que tener cuidado con las líneas, etc. Y no era tampoco estar acostada sobre un mesón, era entregarse al trabajo de quien hacia la máscara, significaba un acto de plena confianza, incluso un poco de control sobre el cuerpo, la risa o la claustrofobia.
Comenzamos la clase dibujando en una cartulina el contorno de nuestra cabeza, y escribiendo en el lugar de la mente, los ojos, los oídos, la nariz y la boca, las diferentes acciones que realizamos con ellos. Con la mente yo me divierto, con los ojos me impresiono, con los oídos entiendo y conozco, con la nariz recuerdo y con mi boca expreso y con todos…con todos me río.
Una vez hecha esta actividad pasamos a cortar las tiras de yeso y a trabajar con ellas. Me puse MUCHA vaselina para que el yeso no se pegara a mi cara, no quería terminar sin un pedazo de piel. Me acosté y la Cata empezó a poner las tiras. Se sentía mojado y extraño, daba cosquilla y cosa. Era simplemente imposible controlar la risa y dejar de hablar para dar ciertas indicaciones o, simplemente dejar en claro que sentía mi ropa y pelo llenos de agua jaja. Cuando tenía los ojos y la boca tapada me logre tranquilizar, empecé a percibir un poco más lo que sucedía a mí alrededor. Llegó un punto en que me dio cierto sentimiento de claustrofobia, pero logre controlarlo y pasar a un momento más de relajo. Una vez lista la máscara, dejamos que se secara un poco y luego la saque. Creo que sobra explicar lo horrible que quedé con la pintura corrida, llena de pedacitos de yeso y encandilada por la luz.
Repetí el proceso con mi compañera, y entendí porque yo había quedado mojada y con yeso en el pelo. La verdad es que es difícil ponerle poca agua al yeso, o prevenir que las gotas corran hacia el cuello. Y cuando cambias de lugar es que comprendes que no se puede juzgar; debo admitir que, al ser más desordenada y menos prolija que la Cata, la dejé más mojada y más llena de yeso. Pero como los lazos son fuertes, asumo que me perdonó dejar sus lindos rulos con manchitas de yeso J
Nuevamente, una linda experiencia…

sábado, 4 de mayo de 2013

La administración se viste de ego.
El 4 de abril de 2013 debía ser mi segunda clase de estrategias, un grupo hizo máscaras con yeso y los otros debíamos iniciar la confección de este blog, impregnando en éste experiencias, expectativas, impresiones, etc. Pero lo que estaba programado se vio interrumpido por una desorganización en cuanto a salas. Debido que a no habían computadores, pues la sala fue ocupada por medicina, nos vimos obligados a cancelar la clase…
El profe Félix dijo que habláramos de esta funa y por esto presento aquí mi reflexión, mas que experiencia, con respecto a la desorganización.
No puedo evitar pensar en esto como un problema más macro, me hace cuestionar a la sociedad, a la educación, pues digo, la sociedad y los modelos de organización están compuestos por las personas y gracias a ellas las cosas funcionan o, al contrario, se estancan y, a su vez, favorecemos o dificultamos el desempeño de los otros. Y con educación no hablo de matemáticas y ciencias, hablo de respeto como forma básica. Hoy nos toca verlo en la Universidad, y mañana lo vemos en el sistema público, en las empresas, en la discriminación. Intento decir con esta lluvia de ideas mi opinión con respecto al poco tino que tiene la gente a veces para tratar con algo tan fundamental como es la vida de una persona. Puede que cancelar una clase sea algo pequeño, estoy de acuerdo, pero que pasa cuando el trasfondo de esta situación se transporta por ejemplo, al sistema de salud, al sistema de educación o a condiciones laborales, en donde priorizamos cosas que quizás no deberían ser priorizadas. Manipulamos las herramientas y los tiempos como si fueran piezas de ajedrez, siendo que pueden ser elementos básicos.
Ese día fuimos nosotros los perjudicados y los de medicina los beneficiados. Dispusieron del tiempo del profesor y de los estudiantes y no les importó el desajuste de programa, aun cuando la sala ya había sido pedida para Terapia Ocupacional, hecho que me lleva a otra incógnita: ¿nuestras clases valen menos que las de medicina? O si se prefiere ¿medicina tiene algún tipo de prioridad de la que no se nos ha hablado? Se llama “Facultad de Medicina” siendo que existen 7 carreras más del área de la salud que deberían ser tratadas con el mismo respeto e igualdad, pero podemos ver esta supremacía, no solo en el nombre del establecimiento, sino que a lo largo de nuestra historia y cultura. No deseo desacreditar a los estudiantes de dicha carrera, pues bien se que ellos no tienen la culpa de la visión que se tiene con respecto a su disciplina. Más bien critico el concepto que todos tenemos cuando hablamos de los doctores y ponemos al lado a una enfermera o a un kinesiólogo o a un terapeuta. Nosotros también estudiamos anatomía, también nos quedamos noches estudiando, y trabajamos con la vida de las personas, aunque sea en otros aspectos.
Tomemos conciencia, hasta en las cosas más pequeñas…



miércoles, 1 de mayo de 2013

¡Conoscámonos!

El 28 de marzo tuve mi primera clase de estrategias de intervención. Todos los que fuimos
estábamos llenos de expectativas, los de segundo, nos habían dicho varias, cosas. “Es muy
entretenida, lo van a pasar bien”, “van a bailar y andar sin zapatos”, “aprovechen esas
clases para relajarse y conocerse y compartir como curso”. Cuando te dicen cosas así, por
lo menos en mi caso, tiendo a decir ¿pero no se supone que esas cosas no se hacen en la
universidad? Y es ahí cuando recuerdo que estoy estudiando terapia ocupacional y recuerdo
que la base esta precisamente en esto, en la sensibilidad, en la creatividad, en la práctica.
Llegamos a la clase, ansiosos de empezar, era imposible mantener silencio. Vimos el
entusiasmo de la profe Erna y éste se nos contagio, todos nos reíamos y comentábamos
todas las cosas que nos iban diciendo, hasta tal punto de tener que hacernos callar para
poder seguir con la clase.
Partimos revisando el programa y nos hablaron más o menos de que íbamos a hacer
durante el primer semestre. Desde mi perspectiva por lo menos esta parte fue muy larga, yo
lo único que quería era empezar a trabajar y ver en la práctica de que se trataba esto.
Luego pasamos a lo que estaba planeado para esa clase:
“Tomen un papel y un lápiz de color y escriban en forma de triangulo tres características
que sean solo suyas, que nadie les pueda quitar, sin importar las circunstancias en que se
encuentren. Éstas serán el pilar de su trabajo” Una vez listo, nos juntamos con alguien
que no conociéramos mucho o que no hubiésemos hablado, luego con otra pareja, y
luego con otro grupo. Cuando ya estábamos en grupos debíamos hacer una frase que nos
representara, relacionando las características de cada uno y presentarla posteriormente al
resto de nuestros compañeros. Muchas de estas frases coincidían en la base, dígase en las
características de cada uno; empatía, espontaneidad, alegría, solidaridad, perseverancia,
etc… En mi opinión, salieron muchas cualidades que nutren el significado de “terapeuta”,
creo que fueron las primeras luces de lo que sera nuestro camino en este ramo.
Una vez lista la activad estuvimos arto rato sacando fotos, primero como curso, luego fotos
espontaneas, nos reímos y compartimos.
Creo que esta primera clase fue más bien motivacional, los profesores nos explicaron en
que iba a consistir el semestre y de cierto modo cuales serán nuestros objetivos en cuanto a
auto-conocimiento y creatividad.
Al momento de hacer la actividad programada para ese día, se creo un ambiente muy cálido
en la clase, de actividad productiva y con mucha disposición. A pesar de ser una actividad
“simple”, creo que fue la perfecta introducción, dimos el primer paso para seguir nuestro
sendero de conocimiento, no solo académico sino que también personal, esto en orden de
convertirnos en terapeutas ocupacionales comprometidos con su trabajo y, mas importante
aun, con la persona a la que estoy ayudando.
Espero con ansias la próxima clase…

















viernes, 26 de abril de 2013

Jorge Luis Borges
Instantes



Si pudiera vivir nuevamente mi vida, 
en la próxima trataría de cometer más errores. 
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. 
Sería más tonto de lo que he sido, 
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. 
Sería menos higiénico. 
Correría más riesgos, 
haría más viajes, 
contemplaría más atardeceres, 
subiría más montañas, nadaría más ríos. 
Iría a más lugares adonde nunca he ido, 
comería más helados y menos habas, 
tendría más problemas reales y menos imaginarios. 
Yo fui una de esas personas que vivió sensata 
y prolíficamente cada minuto de su vida; 

claro que tuve momentos de alegría. 

Pero si pudiera volver atrás trataría 

de tener solamente buenos momentos. 

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, 

sólo de momentos; no te pierdas el ahora. 

Yo era uno de esos que nunca 

iban a ninguna parte sin un termómetro, 

una bolsa de agua caliente, 

un paraguas y un paracaídas; 

si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. 

Si pudiera volver a vivir 

comenzaría a andar descalzo a principios 

de la primavera 

y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. 

Daría más vueltas en calesita, 

contemplaría más amaneceres, 
y jugaría con más niños, 
si tuviera otra vez vida por delante. 

Pero ya ven, tengo 85 años... 

y sé que me estoy muriendo.